miércoles, 20 de agosto de 2008

Soy un negro cursi al que le gusta el Vionier

Hoy me levanté con dolor de cabeza.
Estaba por empezar a soñar algo hermoso cuando sonó la alarma del celular.
Mi mujer me sacudió hasta que me senté en la cama.
No la culpo. Lo hace porque me quiere.
Hay veces que uno hace cosas que al otro le joden, porque lo quiere.
Me lo dijo mi viejo. Cosas que él no hace, pero la frase es buena.
Ayer casi se me sale una rueda de la moto.
Sentía que viajaba en la caja de un camión, me movía para todos lados.
Agazapado, aferrándome al manubrio a una velocidad crucero de 15 kilómetros por hora.
Pero señores, el bulevar no le da protagonismo a nadie.
Los choques, las motos tiradas en el piso, los cortes del puente, el caos.
Lugares comunes.
Hay días en los que la voluntad es todo.
Y los dolores empiezan a ceder.
Cuando me pongo cursi y pienso en mis herederos.
En las cosas que no he dicho, que son mi secreto.
Quisiera aprender otro idioma.
Que alguien me entienda.